Últimamente me estuve sintiendo sola. Sola en el sentido que
es como si no tuviera más a mis amigos y me pone un poco mal, porque nos
alejamos todos ya sea consciente o inconscientemente, y extraño juntarme y
boludear con ellos. Ando bastante depresiva y me encierro en mí misma y la
mayor parte de los días (por no decir TODOS los días) siento ganas de no hacer
nada, y me agarra la nostalgia.
El otro día me puse a mirar viejas fotos y recordaba esos
momentos en los que me sentía feliz, también vi el paso del tiempo en cada una
de las fotos. Mi pelo por ejemplo sigue casi igual, así de voluminoso y
esponjoso claro. Noté que mi cara no cambió demasiado, salvo que ahora tengo
más lunares pero me refiero a que mi cara de cuando tenía 5 años y mi cara
actual se diferencian en los lunares y ahora tengo cara de orto siempre. En cada
foto fui viendo a las distintas personas que estuvieron conmigo y ahora no veo
a ninguna de ellas. Cosas del destino, de los tiempos y demás prácticamente no
me queda nadie. Mis amistades fueron cambiando con el correr de los años, se
fueron renovando podría decir.
Noté que siempre dije ‘mis amigos’ y creía que todo aquel
que conocía era mi amigo y ahora eso tiene un completo significado porque
honestamente siempre tuve una amiga para cada momento de mi vida. También reconozco
que solamente a 4 personas pude llamar amigxs.
Siempre me lleve mejor con los varones, pero las más cercanas a mí fueron
chicas. Muy especiales debo decir. Cada una tuvo algo que la diferenciaba de la
otra, cada una con una característica a la cual yo me podía comparar y sentir
igual a ellas. Las amo porque son las que más saben de mí y las personas por
las que no cambiaría nada de lo que pasamos, lo que vivimos y en las que nos
metimos.
No tengo palabras para expresar cuánto aprecio que hayan
llegado a mi vida en momentos no muy buenos, me ayudaron siempre aunque no lo
sepan. Me hacen sentir no tan sola y el tiempo que pasamos juntas quisiera que
fuera eterno. Me gustaría que estas amistades fueran eternas… y las amo. Aunque
tampoco se los demuestre y sea fría a veces, ellas saben cómo soy y –creo– que
me entienden.